Maldición

La oscuridad era cómplice de ellos, siempre constante, siempre indiferente…
Ni un solo ruido o movimiento ambos estáticos respirando sus alientos era como si un muro invisible los separara obligándolos a verse pero no ha tenerse.
Un movimiento alerto los grises ojos de su compañero… sintió su mano contra la suya para luego entrelazarse en señal que estaba ahí, en señal que todo era real y no tenia nada que ocultar.
-¿Y como esta Sisi?.- pregunto el hombre soltando su mano y prendiendo una vela, haciendo desaparecer la tranquilidad que por unos momentos les brindo la oscuridad.
-Bien.- contesto el rubio mirando al pelinegro encendiendo una par de velas mas, trago saliva y se sentó sobre la mesa del aula de pociones.-¿ Y tu Severus como estas?.- pregunto ahora Lucius con su mirada fija en él. El hombre giro su cabeza hacia el rubio mirándolo con aquellos penetrantes ojos negros y solo medio sonrió.-¿Lo preguntas por que realmente te interesa o solo es sarcasmo?.- agrego Snape sentándose en una silla y cruzando sus brazos, Lucius suspiro hondo y se puso de pie, resultaba tan molesto que Severus se pusiera en esa actitud siempre reclamando algo.
-Me voy.- dijo con su fría voz el rubio dirigiéndose a la puerta, Severus no intento detenerlo y lo miro irse.

Severus Snape… tantos años condenado a aquel amor prohibido, condenado a algo que mas que amor parecía una maldición.

Cerro sus ojos y recordaba los agradables momentos vividos al lado de Lucius, pero también todo el dolor que en silencio dejo….


Poco a poco la perilla de la puerta comenzó a girar, no quería que su amada despertara y lo absorbiera con inútiles preguntas.Entro a la habitación cerrando con cuidado la puerta. Miro hacia la cama donde su hermosa esposa dormía, comenzó a desabotonar la camisa para acostarse y dormir pero al sentarse en la cama se dio cuenta que esa noche seria otra de las tantas que no descansaría.

-Lucius ¿amor?.- dijo entre bostezos la rubia mujer a la vez que abría sus ojos.-¿De donde vienes?.-pregunto mirando a su marido el cual la observo serio y sin inmutarse, Narcisa conocía esa mirada…- De nuevo lo viste ¿cierto?.- pregunto indiferente acomodándose en la cama, el hombre bajo la mirada y siguió quitándose la camisa.
-Por Merlin Lucius! Ya no vayas al colegio…¿Te imaginas si Draco lo descubre?.- agrego Narcisa con los ojos cristalinos y tomando la mano de su esposo. Lucius pudo sentir la preocupación que ella irradiaba, ella era mas que su esposa, era su amiga…
-Yo te perdone, te acepte por lo que eres… pero conoces a Draco el no conoce el perdón.- diciendo Narcisa soltó su mano y se recostó de lado en la cama mordió su labio inferior para ahogar su desesperación mientras lagrimas cubrían su rostro.
El rubio hombre se recostó boca arriba, se llevo sus manos a su frente en señal de desesperación derramo una lagrima pensando en su familia, pensando en su vida que es una farsa y que solo Narcisa y Severus conocían; cerro sus ojos y durmió.



Se levanto de su silla y una a una las velas comenzó a apagar, pero antes de apagar la ultima vela la miro con enojo y furia empuño sus manos y siguió observándola.
-Maldita sea!.-grito Snape reprimiendo sus lagrimas.- Tantos años con este sentimiento, tantas noches compartidas con él, y ahora es cuando siento que lo estoy perdiendo.- agrego en voz baja mirando como la vela se consumía. Respiro hondo y sonrió al recordar todas las noches vividas con Lucius, pero se entristeció al darse cuenta que aquella noche fue la excepción. Salio del aula de pociones directo a su dormitorio.



Se dio cuenta que dormía, aprovecho para salir de la habitación; comenzó a caminar por la gran mansión llegando a un viejo cuarto abrió la puerta y entro.

Observo el lugar y en una esquina se encontraba una pequeña cajita de plata que veía a diario cuando estaba sola, la tomo con sus blancas manos y de ella saco una vieja foto.
-Y creí que yo era la loca.- dijo mirando la fotografía mientras sollozaba, en ella se podía ver un joven de unos 17 años de lago cabello negro y tez blanca.-Oh Severus…- agrego entre lagrimas tirándose al suelo con la fotografía en mano.-¿Qué gracioso no?- pregunto limpiando su rostro y sonriendo,- yo amándote en silencio y tu revolcándote con mi esposo.- dijo con desprecio guardando de nuevo la imagen en aquella cajita de plata….

Espero que lo hagas pronto porque si no, te hare lo que casi me hacen a mi; ATARTE A LA SILLA

Besitos

Bueno despues de algun tiempo aqui traigo el siguiente capitulo (:
He de aclarar que será una historia corta.




La tenue luz del sol que entraba por el gran ventanal, parecia adornar su palido rostro. Trago un poco saliva antes de abrir sus ojos, movio uno de sus abrazos hacia su lado izquierdo y se percato que su acompañante no estaba.
-Buenos dias querido.- saludo una dulce pero a la vez fria voz. Lucius miro a Narcisa que entraba a la habitación con una taza de café entre las manos.La rubia mujer se sento a su lado y lo miro.-¿Gustas?.- ofrecio extendiendole la taza. El hombre negó con la cabeza.
-Que horas son?.-pregunto Lucius poniendose de pie y dirigiendose al armario.
-Las ocho de la mañana.-respondio la mujer tomando un sorbo a su café. El hombre saco un saco negro, camisola blanca y pantalón tambien negro.Entro al baño y se dio una ducha.

Narcisa respiro hondo al no recibir nisiquiera un “Gracias” por parte de su marido.Dejo la taza en una mesita de noche y salio de la habitación. Camino por el pasillo pero antes de llegar a las escaleras alguien la encontro.

-Señora Malfoy, su invitado la espera en el recibidor.- dijo la pequeña elfa Olibs y se retiro del pasillo. Narcisa sonrio para sus adentros, tomo su varita y con un pequeño toque ya se encontraba vestida. Un lujoso vestido que ceñia muy bien su esbelta figura adornaba su cuerpo.Su cabello rubio recogido dejaba ver sus impactantes ojos. Bajo lentamente al recibidor y miro a su invitado. Su corazón se agito con solo verlo y sentia que el aire le faltaba.

-Severus, Buenos dias.-
El hombre la miro de pies a cabeza pero no se soprendio, Narcisa siempre habia sido bella.- Me sorprende que me hayas llamado a estas horas, bueno anoche que recibi tu carta parecia que estabas desesperada.- la rubia parpadeo un par de veces y sonrio.Se acerco a él y lo tomo por el brazo mientras le susurraba al oido.-Ven iremos a otro lugar para hablar.- Snape podia sentir como la mujer se estremecia a su lado, podia sentir los nervios de una colegiala que añoraba estar con su amado; sin emabrgo ambos sabian de sobra que eso jamas sucederia. Salieron de la mansión rumbo a un hermoso jardin de rosas rojas que Narcisa cuidaba con esmero, se sentaron en una pequeña banca y sonrierion.-Ahora me diras a que he venido?.-pregunto Snape tocando la nariz de la rubia como gesto de juego.
Narcisa volvio a sonreir, pero en sus ojos senotaba angustia.Tomo la mano derecha de Snape y lo mirofijamente.El hombre sabia lo que su amiga queria decir con aquella mirada; solo ella era capaz de expresar tanta firmeza y determinación con sus ojos. Pero antes de Narcisa pudiera decir algo, el hombre alejo su mano de la de ella y se puso de pie.-Entiende Cisi, no dejare a Lucius.- estas palabras atravesaron el corazon de Narcisa como una daga sus ojos se pusieron cristalinos y volvio a mirarlo.-Severus, no quiero que lo dejes por mi. Sabes que quien me preocupa es Draco.-
Snape al oir esto volvio a sentarse, tomo la mano de la rubia y la miro.-A mi no me engañas Cisi.- diciendo esto se acerco mas al rostro de la mujer.-Yo conosco tus razones, es verdad amas a tu hijo pero…- con cada palabras suspiraba mas cerca de sus labios, Narcisa se quedaba estatica, Snape con su otra mano tomo la fina barbilla de su amiga y se acerco aun mas a sus labios.-Me a mas mas a mi que a tu hijo.-. Narcisa sintio un frio a su alrededor; aquello que decia Severus era verdad, él la conocia bastante bien; era inútil fingir.

-Severus no es ningun secreto que te amo.Por lo menos entre tu, Lucius y yo.Pero Draco me preocupa el no se merece lo que su padre y tu le estan haciendo, por eso te pido que pienses, reflrexiona.Que pasaria si Draco los descubre. No tantoque pasaria contigo, si no con Lucius, o acaso crees que Draco aceptaría su relacion.Sabes ed sobra que renegaría de ser un Malfoy alejaria a su padre de su lado y eso para Lucius seria lo peor del mundo.-
Severus se quedo en silencio por un rato.Narcisa miraba hacia la entrda del jardin.No queria que Lucius los viera.
-Tengo que irme, pedi permiso en el colegio para empezar las clases un poco tarde.-
-¿Pensaras lo que dije?.-
-Si Cisi, tienes mucha razon. Pero hay que meditar la situcion.-
Severus camino saliendo del jardin. Narcisa lo miro alejarse rogando que su esposo y su amado no se encotrara.


A paso apresurado bajo las escaleras, llevaba en mano la taza con café que su esposa dejo en la habitación.
-Lucius.- dijo una voz, el rubio volteo y respiro hondo.-A donde vas?-
-Ire al colegio Narcisa.-
La mujer se acerco a él y lo abrazó.-Hace tiempo que no siento tu cuerpo.- dijo por lo bajo respirando la locion que su esposo traia impregnada en su camisola.
-Por favor, ¿Me quieres hacer reir? Pues si es asi lo lograste.- agrego el rubio seprandola de su lado.
Narcisa lo miro salir de la mansión, era verdad Lucius no le atraia en nada, pero se sentia muy sola y deseaba estar con un hombre, aunque fuera su “esposo”.


Lucius llego casi al mismo tiempo que Snape al colegio.

El rubio iba a tratar alguno asuntos con Dumbledore, camina por uno de los pasillos de Hogwarts cuando diviso a lo lejos una silueta, era inconfundible.
-Severus.- dijo Lucius acercandose, el hombre volteo y se sintio nervioso. La platica con Narcisa lo hizo dudar y en el camino de rgreso al colegio habia pensado las cosas.
-Lucius tenemos que hablar.- el rubio lo miro a los ojos, no se imaginaba que era lo que Snape queria tratar.